Versos de Aire IV
IV
Un olmo seco
saluda desde la orilla
del río Duero.
El olmo llora, silencioso,
entre las brumas vespertinas
del Macizo Ibérico.
Llora, olmo seco,
lágrimas de duelo,
lágrimas de savia,
hoja seca, tronco hueco.
Llora por tu pueblo
sumido en un mal sueño.
Que transmita el viento
del monte castellano
la rabia de tu llanto
a los cuatro confines,
desde el páramo yermo
hasta el océano verde.
Que tu grito desgarrado
haga mella en los oídos
sordos de mentiras
de este pueblo dormido
y lo haga despertar
de su letargo complaciente.
Que tus ramas, olmo seco,
sean alimento de la forja
incandescente
que despierte a tu pueblo.
Llora, olmo del Duero,
porque esta tierra castellana
está sufriendo.
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Jueves, 7 \07\UTC julio \07\UTC 2011 a 0:30
Como siempre Rhay…¡insuperable! ¿cómo lo haces?