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Un día más

Posted in Los relatos más relamidos, Relato, relato corto, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves on martes, 27 \27\+02:00 octubre \27\+02:00 2015 by Jazmín

Screenshot_2015-10-26-18-38-15Silencio, vacío. Con ese pesar matutino que me impide mover.

Me alejo de todo mundo y me oculto en las ruinas del corazón.

¿Qué es un día más para mí? Únicamente el pasar del tiempo, las de manecillas del reloj avanzan, mientras yo retrocedo tratando de encontrar tus ojos azules.

Ahí estás, tan hermosa como siempre, sonriente. Me amas. Y es en ese espacio donde quiero habitar. Encontrarme entre tus brazos, rodeado de tus largas piernas; en donde el movimiento de tu rubia cabellera me tiene embriagado y el néctar de tus labios me endulza el alma.

Mi cielo en la tierra, donde el celeste de tus ojos me permiten estar en la Gloria y el universo se hace pequeño con tan solo tomar tu cintura. Me concentro en tu contorno y pinto un paisaje de pasión en el lienzo de tu piel.

Suena el despertador, una vez más, mi cuerpo está inmóvil, la carga de mis penas es tan grande y, aún así, necesito escapar.

Me alisto para empezar la rutina diaria, desganado, sin fuerzas, una vez más.

Antes de cerrar la puerta, doy media vuelta, esperando verte recostada en el lecho, enredada entre sábanas que enmarcaban tu silueta; como solíamos decir, en «nuestro pequeño oasis». Sin embargo, no estás, tuviste tanto miedo a ser feliz que huiste del amor y tomaste un vuelo sin retorno, un viaje en donde la vida es fácil, sin temores. Sin compromisos.

Ahora camino sólo, sin rumbo fijo, viendo como pasa la vida, y cualquier mirada que se posa en mí, la rechazo. No quiero sufrir. Me alejo de esa nueva ilusión pues tengo temor de ver a alguien más partir; la dejo ir, como a ti.

¿Cuándo regresarás el paraíso que te llevaste? ¿Cuándo dejaré de pensarte?

Se escucha el cerrojo de la puerta mientras le doy vuelta a la llave, así como hago preso al corazón, equivocándome ciegamente al creer que sigues dentro y no te dejo ir. Tropezando en el camino esquivando amores sinceros que estarían dispuestos a dar todo por mí.

 

Un día más, tengo miedo de vivir.

 

Perfecta

Posted in Los relatos más relamidos, Relato, relato corto, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos Breves with tags , , , , on martes, 31 \31\+02:00 marzo \31\+02:00 2015 by Jazmín

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Sin embargo, te pienso. Y con el caminar pausado intento olvidarte, aunque en mi mente rondas a cada instante.

Y sin embargo, te pretendo. No es más que una falsa expectativa la que le doy a mi lado izquierdo, como dándole un descafeinado a mi vicio del café, me sabe a nada. Y al no tenerte, experimento una mezcla entre rabia y resignación, estoy perdiendo el juicio, al no poder alcanzar lo imposible.

¿Qué deseas? – responde una vocecilla dentro de mí, apenas en un susurro.

La quiero a ella, comenzando por sus labios color durazno, su corazón, su vida a mi lado.

Recorro con la vista cada zona, cada esquina y cada espacio, esperando volver a verla, sentada en alguna banca aguardando por mí, con esa sonrisa que me cautivó aquél día, con esos ojos de sol iluminando mi ser. Perfecta.

Y en la orilla del camino, rompo en llanto. Mi furia crece, mi espera se desmorona y tu perfección se acaba.

¿Por qué llegaste tan tarde a mi vida?

 

Dulce Elena ( por Bea)

Posted in Colaboraciones, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre with tags , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , on jueves, 3 \03\+02:00 julio \03\+02:00 2014 by Administrador

De Elena todos sabían muy poco, no solía relacionarse demasiado. Si que sabemos que se despertaba muerta de sueño, nos lo contaban sus ojeras. Era noctámbula. Se reactivaba cuando el sol caía y los ojos se le ponían como dos sartenes negras como el tizón. Sus pupilas se dilataban y empezaba a beber y fumar compulsivamente mientras jugaba al Candy Crush en su android. Quién le habría mandado aceptar aquella inocente invitación. Desde su ordenador candybuscaba «amigos» con quien charlar sobre cualquier nuevo truco a través de cualquier chat. Así, nunca se daba cuenta de cómo pasaban las horas, ni tenía la necesidad de cerrar los ojos ni de dormir, pero el cansancio en la mañana era un hecho y su día a día un círculo vicioso entre sueño, cansancio, cigarros y cafés. Nivel 145.  Eso había que superarlo, y pronto. Llevaba ya dos semanas estancada. Quizá debería pedir unos días de vacaciones, pensó, y así podría evitar aquel congreso al que le habían invitado en el trabajo. De hecho, no tenía ropa para asistir a ese congreso. Debido a su sedentarismo en los últimos meses había ganado ocho kilos, y las opciones eran o comprarse ropa, o ponerse a régimen, o pedirse vacaciones y no ir a esas charlas sobre economía de mercado que la vendían como una remota posibilidad de promoción en su puesto dentro de la empresa. Realmente a ella la única economía que le importaba era la domestica, el poder llegar a fin de mes y pagar hipoteca, teléfono e Internet.
No lo pensó demasiado, al llegar aquella mañana con los ojos morados al trabajo rellenó su hoja de movimiento y con una flamante semana de vacaciones por delante y la paga de verano calentita en el bolsillo, se fue directa a comprar una tableta más grande y un montón de chucherías para pasar los días. Todo infinitamente más caro que cualquier vestido nuevo para la convención, pero a Elena le pareció que, habiendo aprovechado el día sin IVA, aquello era un chollo y todo estaba bien. Llegó a casa y se acomodó en su lugar preferido, en la cocina, todo a mano, la tele,el mando, la nevera, su tableta y las bolsas llenas de chuches de todos los colores, caramelos con envoltorio, caramelos rayados, peces de gelatina, ruedas de coco. Al pasar la semana, Elena no se incorporó a su puesto laboral. Pocos la echaron de menos. Actualmente hay 305 niveles distribuidos en 21 episodios y 4 mundos. No se ha podido saber aún en que mundo, episodio, o nivel se quedó, cuando la encontraron sentada en el sofá de su casa con los ojos de par en par, su tableta, como su corazón, se habían quedado sin batería. Lo que si nos confirmaron es que tuvo una muerte dulce.

Adiós

Posted in Los relatos más relamidos, Poesía, Relato, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , , , , , , , on viernes, 27 \27\+02:00 junio \27\+02:00 2014 by Jazmín

«La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de danzar bajo la lluvia» Desconocido

Mujer_bajo_la_lluviaEsto se terminó como el diluvio de verano, no esa que moja los hombros y fascina al caminar bajo la lluvia sintiendo las gotas resbalar sobre la cara. No, de esas tormentas que dejan todo echo un desastre, un desastre natural del corazón.

Dicen que la esperanza es lo último que muere, pero definitivamente, «esto» que tenemos está más que muerto y enterrado.

Encontrarse varada en un mundo de espejismos, quimeras sin razón, no sirve de nada. Me cansé de esperar una señal tuya que, claramente, fuera lo que fuera de «nosotros» terminaría mal.

Así que digo ¡Adiós! a los sueños infundados, ¡hasta nunca! ilusión pasajera. Doy vuelta a la página y comienzo un nuevo capítulo.

No me verás mendigando el cariño que jamás mostraste por mí; me despido de tus palabras sin juicio, de tu suave y embriagante voz, de los apacibles besos de miel, almíbar que se desbordaba por mis labios.

Pierdo castillos entre nubes, el futuro incierto que pude haber tenido contigo. Sin embargo, gano seguridad, lealtad a mí misma, ganas de luchar y seguir manteniendo la fuerza que me mueve en la vida. Seguro encuentro a alguien mejor para mí.

En cambio tú, pierdes amor verdadero. El elíxir de la vida.

¡Adiós!

 

 

FIN DE CURSO

Posted in Colaboraciones, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , on viernes, 20 \20\+02:00 junio \20\+02:00 2014 by Administrador

Hoy huele diferente, a libro usado y polvo de patio. No hay chandals, ni mochilas. Se oyen las risas de los niños alborotando emocionados, nerviosos con la actuación. Tiene que salir perfecto. Han ido todos los papás y la mamás, los abuelos, las abuelas, y ellos llevan más de una semana ensayando. Se oye también algún sollozo. Juan, tiene siete años, casi ocho. Pasa al segundo ciclo de primaria,  e hizo de Luis, su profesor de inglés, su mejor amigo, pero Luis repite y se queda en primer ciclo.  y a Tomás, su segundo más mejor amigo, le han dicho que también repite.

Suena una voz familiar. Lucía, la profesora de Lengua y Mates les apremia para que se preparen. 2º A y 2º B son los siguientes. De fondo comienza a sonar la canción de Piratas del Caribe. Tropiezos y empujones entre risas detrás del telón del salón de actos.  Tan pequeños. Tan graciosos.  Tan nerviosos. Con su pañuelo en la cabeza y su parche en el ojo. Alzan su espada. Se levanta el telón y comienza su batalla final 2013-2014, el baile.

Aplausos, aplausos y más aplausos. Se ha acabado. Ya no hay nervios. Solo besos y aplausos. Por lo menos descansarán hasta el día de recogida de las notas. Después ya se verá.

Sí, hoy todo huele diferente. Huele agridulce. Huele a adiós. Huele a hola.  Huele a  por fin verano. A vacaciones. A playa y castillos de arena. A nuevos amigos. A nuevos amores. A libro usado, a cancela cerrada y a polvo de patio.

Se hace el silencio.

Mientras, lejos ya del cole, los niños siguen riendo.

Rosas blancas

Posted in Especial Mayo, Literatura, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , on miércoles, 28 \28\+02:00 May \28\+02:00 2014 by Jazmín

Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar. Gandhi

 

– ¡Perdóname! – imploraba aquel hombre de triste figura.

Su rostro mostraba arrepentimiento. ¿Quién pensaría que en plena primavera, la lluvia caería esa tarde?

La mujer no contestaba. Cualquier palabra no movía un solo sentimiento hacia él. Se había esfumado interés alguno sobre su persona.

Las lágrimas brotaban del rostro desencajado del individuo al momento que le entregaba un ramo de rosas blancas.

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Ella no las recibiría, ya no podía.

El corazón destrozado del varón jamás volvería a ser el mismo. Se dio cuenta que la había perdido para siempre.

Cayó de rodillas ante ella, sin fuerza, frente al féretro de su madre.

El deseo de Julieta

Posted in Especial Lamedores, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , , , , , on miércoles, 23 \23\+02:00 abril \23\+02:00 2014 by Jazmín

pluma «No fue suficiente haberte amado tanto, ni pagar tu amor amargo con la propia vida. No fue suficiente abandonar mis sueños, ni vender el alma para que sintieras, algo por mí…» (No fue suficiente – Paty Cantú)  

 

Le vendí mi alma al diablo, sólo por tenerlo a él. En tiempos de crisis, hasta el alma está en venta. Esquivando todo pronóstico, y ante la gente que no creía en lo nuestro: Romeo, mío fue.

Tenía sus delicados labios, su carne suave, su miel. Me amaba de forma feroz, sus ojos desbordaban deseo y pasión. Tenía mi calor, mi sudor. Conquistó cada poro de mi piel, mi tiempo, mi espacio.

Le vendí mi alma al diablo, sólo por tenerlo a él. Firmé con sangre mi condena, pero el tratado salió al revés. Le entregué mi vida, mi corazón lo tenía entre sus manos; lamentablemente Romeo, lo estropeó. Él no me amaba, simplemente me deseaba y un buen día terminó por destruir mi existencia; me estrujó, me desangró y se fue en busca de otro corazón que romper.

Satanás movió sus cartas y me jugó sucio, hizo un excelente acuerdo. Lo que él no me dijo, es que Romeo no sería mío hasta la muerte, su contrato, tenía fecha de caducidad. Expiró.

Ahora sé que en época de crisis, el amor y el alma no se compran ni se venden. Entiendo que la culpa fue mía y de nadie más.

Hoy me encuentro sola, sin él, mi Romeo. Aquí estoy, deshecha, seca, vacía y con el alma vendida.

Nuestro final ( por Julián Muñoz)

Posted in Colaboraciones, fotoretorelato Lamedor, Literatura, Los relatos más relamidos, Poesía, Relato, Relato Libre, Relatos, Relatos Breves on jueves, 13 \13\+02:00 marzo \13\+02:00 2014 by Administrador

Mi corazón es sólo de ida.

No hay vuelta ni marcha atrás.

No hay lagrimas que lo traspasen,

está hecho de cristal .

Pero no, no le resbala

lo que puedas sentir o pensar.

Se rompe cuando tu lloras

y sufre cuando te vas.snail-mating_thumb

Mi corazón es de ida

y tu te quieres marchar.

Mi corazón tiene alas

es libre para soñar.

Alas que siempre pensé

que te darían libertad.

Mi corazón tiene alas

No te quiere encadenar.

Ahora te veo, estas triste

y con ganas de llorar.

Ya no se ni lo que esperas

Ni lo que te puedo dar.

Puede que suene egoista,

soy realista y nada más,

mis alas no son tus alas,

no has nacido para volar.

Se que me quieres, amiga,

pero detesto tus huidas

y tu indiferencia más.

Ni doy lo que tú me pides

Ni quiero lo que me das.

Y  como sin darnos cuenta

llegó  inevitable el final.

Una clase de Lengua ( por Joana)

Posted in Colaboraciones, Literatura, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , on jueves, 6 \06\+02:00 marzo \06\+02:00 2014 by Administrador

Era tiempo de exámenes, a Alex y a mí nos habían castigado en la biblioteca por no entregar el trabajo de Lengua y llegar tarde a clase. Eramos dos trastos de trece años. Engañar a papá y mamá resultaba fácil, y mucho más cuando sus padres y los míos trabajaban juntos y se habían divorciado. Los dos planeábamos las trastadas juntos y podíamos inventarnos mil excusas para hacer lo que nos daba la gana. Mi papá ahora salía con su mama, y su papa con la mía. Eramos casi hermanos. A veces hasta snail-mating_thumbdormíamos juntos los fines de semana. Fue en la biblioteca aquel día cuando nos dimos el primer beso. Con dientes y lengua. No nos salió muy bien y decidimos seguir practicando por las noches, cuando nos dejaban dormir juntos, pero nos pillaron. Nuestros papás y nuestras mamás montaron un escándalo y volvieron a divorciarse, su papa de mi mama y su mama de mi papá.

A mi me hicieron hacer la maleta y nos cambiamos de vecindario con la misma rapidez que papá y mamá ( los míos) de trabajo.

Papá dejo de vivir en casa y yo ahora tengo dos casas y voy vengo, pero por las noches no dejo de pensar en los besos de Alex.

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– “Disculpe…¿ Eugenia?”

– “¿Alex?”

-”Pero chica, estás igual, no te ha cambiado la cara, ¡tú mejor que cualquier vino bueno!”

– “A ti tampoco, sigues teniendo cara de niño travieso”.

-”Bueno, ¿qué es de tu vida?”

Ambos se pusieron al día, en lo que les pareció un momento, de los veinte años que habían estado separados. Todo sencillo. Una vida vulgar. Un matrimonio,  tal y como marcan los cánones, un trabajo de esos que llaman fijo y un par de chiquillos.

El trayecto en el AVE no duraba más de una hora, así que cuando se quisieron dar cuenta, estaban llegando los dos a destino.

“¿Te acuerdas de nuestro primer trabajo de lengua?”

– “La lengua sirve para jugar con ella…jajjajajjaa, ¡ pues claro que me acuerdo!

Los dos se miraron a la boca y una irresistible atracción juntó irremediablemente sus labios, sus lenguas y sus dientes.

– “No estamos hechos para besarnos, está claro” Dijo frunciendo los labios

– “Me temo que no..jajjajaa. Pero siempre serás mi primer amor imposible”.

– “Y tú el mio”.

Eugenia y Alex se abrazaron fuertemente y se besaron en la mejilla. Ese beso fue más impactante que el tan soñado y deseado con lengua  y sin dientes tantos años después. Con frío en el cuerpo y unos segundos de silencio en el aire que parecieron eternos, Eugenia rompió el hielo:

– “Quizá nos volvamos a ver”.

– “Nunca te olvidaré”.

Eugenia levantó una mano y corrió hacia un taxi.

-”¡Llego tarde! Soy profesora de lenguas romances en la universidad y tengo una conferencia!”- dijo haciéndo una mueca y enseñándole la lengua.

A Alex se le abrió una sonrisa y se le encogió el corazón.

Las noches y yo

Posted in Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , on martes, 4 \04\+02:00 marzo \04\+02:00 2014 by Jazmín

Cuando estás despierto puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos. «Haruki Murakami»

Hay noches en las que daría lo que fuera por recorrer los caminos, escapar del mundo en el que vivo, gritar fuertemente para sacar los demonios que llevo dentro, refugiarme en algún bosque, respirar el aire puro y fresco; dormir ahí, cubierta por la luz de luna y el manto estelar.

Otras ocasiones, cuando el anochecer toca mi puerta, me encantaría sólo recostarme en la cama esperando la llegada de Morfeo, que me tome entre sus brazos para caer rendida ante él. Cruelmente, el insomnio me arrebata al «señor sueño» y mi mente comienza a maquilar historias infundadas, cuentos irreales y, vienen a mí tristes recuerdos, promesas inconclusas y momentos que deberían estar resguardados bajo llave dentro de mi roto corazón.

La mayoría de tiempo, regularmente al caer la oscuridad, se me antoja tenerte aquí, probar tus labios y embriagarme con tu saliva; desbordarme entera, no cubrirme; descubrirme para tí y mostrarte lo que soy, lo que sería capaz de hacer en cada espacio de tu piel y decir «Desde hace tiempo te estoy esperando» y desaparecer de la faz de la tierra cuando comenzaras a hacerme el amor.

Y hay excepciones, como la noche de hoy, en las que quisiera tener algo más que una pluma, una lágrima y un trozo de papel.

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COSA DE DOS

Posted in Especial San Valentín, Literatura, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relato Libre Lindastar, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , , , on jueves, 27 \27\+02:00 febrero \27\+02:00 2014 by lindasta07

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La naturaleza -en teoría siempre sabia- le había jugado una mala pasada  incluso antes de que sus aún pequeños y rasgados ojos viesen la luz. Aquello, simplemente, había sido un error.

Nada era como debía de haber sido, o al menos así lo creía, y se propuso cambiar el rumbo de su existencia algún día…Sí, algún día lo haría.

No se sentía bien dentro de aquel extraño e incómodo envoltorio. ¿Por qué todos se empeñaban en verlo atractivo y perfecto? Se preguntaba sin obtener una respuesta convincente.

Sabía lo que quería: Deseaba ser feliz, encontrarse. Para conseguirlo debía actuar, con cautela tal vez, pero actuar.  Se pondría manos a la obra para enmendar aquel desatino que le atormentaba y que tanto malestar le producía; lo tenía claro.

Fueron demasiados los años de lucha interna, de dudas puntuales, de miedos, pero también de reafirmación. Tras un proceso duro y arriesgado, amén de largo, llegó el momento…Y lo hizo.

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El resultado fue tan satisfactorio que hoy, echando la vista atrás, sabe que fue la decisión más acertada, a pesar de que muchos jamás hayan entendido la necesidad de ese cambio radical.

Por fin se sentía bien en su piel, se reconocía.

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No buscaba a su otro yo aunque intuía que caminaría por ahí, quién sabe si a miles de kilómetros o tan solo unos pasos más allá. Sabía lo importante: que existía. Debía ser paciente, era cuestión de esperar a que el destino se lo presentara, eso era todo. Cuando una señal luminosa alumbrase su ser, alertándole de que había aparecido esa persona, estaría preparado para abrir las puertas de par en par a esa mitad que, sentía, siempre le faltó.

Apareció antes de lo previsto, por sorpresa. El la recibió como merecía: Besando su cuerpo y entregando su alma.

Era única, realmente hermosa, mucho más de lo que tiempo atrás fue él, cuando aún era ella. Se encontraba bien a su lado, entre otras consideraciones, porque aquella mujer siempre le vio a él, sólo a él.

Su historia comenzó como una amistad que se convertiría, día tras día, en  vital e imprescindible. No faltaron las confidencias a media luz,  las charlas sin fin,  la complicidad,  las miradas furtivas, las manos debajo del mantel y, sobre todo, esa imperiosa necesidad… Necesidad de ser valientes, dar un paso más, de vivir sin prejuicios, de disfrutarse mutuamente, aunque pocos apostasen por ese amor al que demasiados consideraban “extraño”.

Sin pensarlo demasiado, al menos aparentemente, decidieron vivir su historia con naturalidad, porque, a fin de cuentas, es cosa de dos.

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Han pasado varios años -muchos o pocos, según se mire- y, a pesar de todo y de todos, cada día continúan observando el atardecer desde la orilla del mar cogidos de la mano,   jurándose amor eterno porque saben que lo suyo será para siempre.

Él le ama a ella. Ella le ama a él…Al único.

Un café por una sonrisa (LaLeTiLú)

Posted in Colaboraciones, Especial Lamedores, Especial San Valentín, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relatos, Relatos Breves on jueves, 20 \20\+02:00 febrero \20\+02:00 2014 by Administrador

Ni los días, ni las tardes, ni las noches son lo mismo desde aquel catorce de febrero. Hasta esa fecha era tan fácil soñar, como fácil fue enamorarse de una sonrisa y una mirada eterna. No hicieron falta las palabras.

Tú, sentado en aquella mesa redonda, junto a la inmensa cristalera, viendo el mundo pasar.

Despacio, sin prisas, lentamente.  Igual que el movimiento de la cucharilla dando vueltas en tu taza de café mareando el azúcar durante segundos que parecían siglos.

Tu libro, siempre cerrado y un cochambroso bloc de notas, siempre abierto. No sé lo que anotarias. Pero siempre imagine que dibujabas corazones y mi nombre en cursivas mayúsculas :ANA.

Cada día eras puntual. No faltabas a nuestra cita. Una cita a sordas, ciegas y mudas. snail-mating_thumbCreo que jamás habías reparado en mi. En esa muchacha vulgar que tomaba un zumo de piña en la barra observándote.

El catorce de febrero me puse como fecha tope para romper el silencio. Compré un bloc de notas pequeño y dibuje un corazón  grande con mi nombre, tal y como yo imaginaba que tú lo dibujabas y lo dejé sobre tu mesa en el bar..era cuestión de segundos que llegaras, y esperaba como reacción tu eterna sonrisa y que me buscases con la mirada.

Las nueve. La campanilla de la puerta abriéndose sonó. Mi corazón sonó.Tú, tú, tú,  y ya estabas ahí.

Eché la mirada para atrás y en la mesa una pareja de ancianos llamaban al camarero, indicándole que alguien se había dejado ahí “eso”. ¿Eso?

Tú no apareciste, ni ese día, ni al siguiente, ni al otro…y hace ya un mes.

Si tuviese tu teléfono te llamaría y te cambiaría un café por tu sonrisa.

Tendré que cambiar de bar.

En busca del amor.

Posted in Literatura, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre, Relato libre Omsi, Relatos, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , on viernes, 14 \14\+02:00 febrero \14\+02:00 2014 by Jazmín

«Cuántas veces cerca, cerca del amor, casi lo tocó y lo acarició, y casi estuvo cerca de abrazarlo y se escapó… Una vez estuvo cerca del amor, si es que estuvo cerca del amor…» Pedro Guerra

Buscando el amor me encontré con un árbol. Me recibió con su aroma fresco, quité las hojas secas que colgaban de sus ramas. Era colorido, especial. Me entregaba su oxígeno, mostraba y daba lo mejor de sí. Lo abracé y su corteza áspera lastimó mis manos, al instante me retiré. Le di las gracias por todo lo que me ofrecía, pero no era para mí.

Seguí preguntándome ¿Dónde estaba el amor?

Me crucé con un río. La vista era impactante, me invitaba a adentrarme en su caudal. Me acerqué un poco más para disfrutar del bello paisaje. El agua corría lentamente. Descubrí que aunque era libre, seguía un camino establecido. De repente, el río quedó en calma. Era el momento perfecto para tocarla. Un frío intenso recorría mis dedos. El riachuelo era frío. Tampoco era amor para mí.

Screenshot_2014-02-12-10-50-05Un rayito de luz iluminó mi rostro y desvié la mirada hacia arriba. ¡Amor, al fin te encontré! Cerré mis ojos y me perdí en el calor que el sol me entregaba. Me rodeó completamente. De pronto recordé que a pesar de sentirme cómoda, el astro rey se encontraba lejos; por más que yo quisiera que se quedara conmigo, desaparecería con la llegada de la noche.

Triste me quedé. Había buscado en cientos de sitios, en las flores, en la familia, en la ciudad, en mí misma. Siempre faltaba algo o alguien.

Ya de regreso a la realidad, apareciste. Mi amor secreto, mi deseo escondido. Sonreíste e iluminaste mi día.

– ¡Hola, preciosa! – Sonó tu voz, como un canto de ángeles. Me tomaste por la cintura y besaste mi mejilla.

Mi cuerpo sintió el choque eléctrico del deseo, de algo inexplicable. El corazón latía fuerte. Tenía que ser amor. Si tan sólo él lo supiera; si tan sólo él lo quisiera. Quería que fuera amor, al tiempo que respondía nerviosa con un simple «¡Hola!»

Y otra vez, estoy tan cerca del amor…

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EL QUEBRANTO DE LAIA

Posted in - Fotos origen de los relatos, Especial Lamedores, Literatura, Los relatos más relamidos, Relato, Relato Libre Lindastar, Relatos Breves with tags , , , , , , , , , , , , , , , , on martes, 11 \11\+02:00 febrero \11\+02:00 2014 by lindasta07

1383442_10202121104622963_973091126_n.jpg DUELE

No existían signos de violencia, tampoco se apreciaban heridas externas anómalas; sin embargo, en el ambiente se percibía un nauseabundo olor capaz de matar a la propia muerte.

Duele ver que los que ayer fuesen unos chispeantes ojos verdes hoy estuviesen bañados por un intenso azul noche y que llorasen en silencio, aunque de manera escandalosa, mientras hablaban de sufrimiento y de intenso dolor.

Ella había llegado a quererlo más que a su propia vida.

                                                      *******************

 Laia decidió dejar su Madrid natal con apenas veintidós años y lo hizo con ilusión. Sabía que allá, en su nuevo destino, las cosas serían distintas, tal vez difíciles, pero nada ni nadie consiguió convencerla de que no lo hiciera. Tuvo claro desde niña lo que quería:  Ayudar a los que más lo necesitaban.

La primera vez que escuchó la palabra “mamacita” de boca de un mocoso con un brillo impactante en la mirada,  una amplia sonrisa se dibujó en su  rostro. Se sintió feliz. La maternidad fue una de las cosas a las que había renunciado por propia voluntad. Nunca la echó de menos. En aquellos veinticinco largos años habían pasado por su improvisada aula centenares de muchachitos  a los que siempre consideró como sus propios hijos. Ellos la querían mucho, ella los quería más.

El 23 de octubre – lo de menos es de qué año hablemos- fue un día clave en la vida de aquella mujer que ya peinaba canas y a la que ahora resultaba imposible reconocer porque, desde entonces, ya no reía a carcajadas como acostumbraba a hacer -con o sin motivo- meses atrás.

Cuando se conoció la noticia, el poblado entero se conmocionó. Llegó a destiempo,  probablemente también en el peor de los momentos, y las  circunstancias fueron las que fueron… las que nunca debieron haber sido.

Laia fue la primera en intentar olvidar el varapalo sufrido. Jamás debió adentrarse sola por la selva, era peligroso, siempre lo supo, pero ahora ya no había vuelta atrás:  el mal ya se lo habían hecho.  Por fortuna ahora tenía una edad en la que existían las prioridades, así que intentó olvidar lo ocurrido y decidió  que él  sería su prioridad.

Transcurrieron nueve duros y esperanzados meses. Todo marchaba según lo previsto.

El día amaneció especialmente húmedo, oscuro, triste. Ella sudó como nunca, también gritó como nunca. Cuando llegó el momento, un dolor desgarrador invadió  sus entrañas y pensó: La vida se abre camino.

…No fue así.